martes, 19 de febrero de 2013

Desarrollo Psicosexual de la Personalidad.

           Como psiquiatra y neurólogo, Freud estudió básicamente en pacientes que padecían fobias y al no encontrar sintopatología física, enfocó su dirección hacia la parte psíquica del sujeto, tratando de entender estos trastornos de la personalidad, le llamó la atención la frecuencia con que hallaba en sus pacientes aspectos infantiles. La persona podía ser muy inteligente, adulta y aparentemente madura, pero igual exhibía rasgos infantiles cuando los iba conociendo más profundamente. Para Freud, el motivo principal de la vida, manifestado desde nuestra más tierna infancia, es la búsqueda del placer. El niño busca aquello que le resulta agradable y evita aquello que le resulta doloroso. Este proceso búsqueda-evitación se da de diversas maneras, durante toda nuestra existencia. En la base de este proceso se encuentra la LIBIDO, verdadera energía sexual que nos hace movernos en dirección de lo placentero. Nótese que la noción de "sexo" trasciende mucho más que la mera relación coital o la diferenciación hembra o macho. Más bien, esos son resultados de la dirección que toma nuestra Líbido.
  
 Etapa oral : 

            Se desarrolla durante el primer año de vida. La fuente principal de placer, conflicto y frustración se centra en la boca en tanto zona erógena. El niño obtiene su mayor placer en chupar , mascar , morder o vocalizar , pero estas actividades no tardan en ser reprimidas o controlada por los padres. El modo en que las necesidades que le surgen al niño son satisfechas o reprimidas durante este período, marca la formación de rasgos específicos de la personalidad tales como: dependencia, pasividad, pesimismo, tendencia excesiva a la actividad oral (fumar y hablar). 

 Etapa anal: 

             Se caracteriza por el desplazamiento de la zona erógena que pasa de la boca al ano. Se extiende mas o menos desde los 18 meses hasta los tres años de vida, época en que coincide con el entrenamiento higiénico, lo que hace que el niño centre su atención en la actividad anal; parece sentir un gran placer en el hecho de acumular su material fecal (retener ) o expulsarla ( dar). Esta situación lo pone en conflicto con los padres, porque estos empiezan a exigir que se ejecuten estos actos de acuerdo a ciertas normas (horario, lugar, etc.). para esto, la madre emplea ciertos recursos como castigar y regañar al niño, sobornarlo con premios, elogiarlos y acariciarlo "si hace las cosas bien". El niño, por su parte, descubre que puede manejar a sus padres e ir afirmando su independencia, negando su cooperación, no respetando horarios ni lugares y convertirse en rebelde y obstinado. Aprende a decir "no". El siente sus excrementos como algo personal y valioso, puesto que a través del proceso dar-retener (las heces) va afirmando su autonomía e dependencia (ya que son algo que sale de él , son producidos por él ). Por otro lado, inicia el proceso de descubrimiento de su cuerpo y como los padres enfatizan la limpieza de la zona anal, la curiosidad del niño se centra allí. Empieza a tocarse, a mirarse y a mirar a los otros, en lo posible. Esto esta asociado a los tabúes y las prohibiciones respecto a esa zona del erotismo anal, por lo que a la vez que placentero, se convierte en fuente de conflicto y bastante frustración. Los rasgos de personalidad que pueden formarse en esta etapa son: la obediencia, obediencia excesiva, desafío, rebeldía, puntualidad, limpieza extrema, perfección y avaricia.  

 Etapa Fálica: 

            Va desde los tres a los cinco o seis años de edad y está determinada por el desplazamiento de la zona erógena, del ano a los genitales. A los tres años, la exploración del cuerpo es más sistemática y cuidadosa y los intereses del niño se vuelven a los genitales y a los placeres asociados con su manipulación, y exploración de los genitales de otros niños. En esta etapa se desarrolla un conflicto entre la curiosidad del niño por sus órganos sexuales y la actitud de censura de los padres y de la sociedad respecto a la sexualidad. Si el franco anhelo de estimulo de los genitales, de curiosidad sexual y de contacto sexual o genital con otros se ve severamente frustrado a causa de sentimientos y temores de los propios padres, el niño vive una situación de profundo conflicto que puede generar una fijación. Por otro lado, una actitud extremadamente complaciente puede crear en el niño una importancia exagerada de la sexualidad genital. Surge en esta etapa el complejo de Edipo, que consiste en que el niño desarrolla un afecto sexual hacia su madre y ve a su padre como un rival, produciéndole una serie de sentimientos encontrados y ambivalentes porque, por un lado, el padre es modelo de virilidad y superioridad y, por otro, se convierte en un ser temido y odiado porque lo puede castrar por sus sentimientos hacia su madre ("ansiedad de castración"). Si el desarrollo es normal, el niño abandona estos deseos amorosos y termina asumiendo la función masculina más parecida a su padre. En cambio, si hay demasiada condescendencia o frustración, puede generarse en el niño graves conflictos con consecuencias a largo plazo. En el caso de la niña, este proceso de "enamoramiento" se da hacia el padre y se denomina "complejo de Electra". Su conflicto con la madre rival por un lado, madre amorosa y modelo de feminidad por otra y sobre todo la responsable de su carencia de pene. Según Freud , este es el punto de origen de los sentimientos de inferioridad de las mujeres respecto de los hombres. Este periodo de "enamoramiento platónico" simboliza la atracción por el sexo opuesto y por ello se trata de un periodo especialmente delicado y fuertemente influyente en la futura personalidad adulta. Los rasgos formacionales de esta etapa son: autobservación , amor propio, relaciones con los demás, aceptación o rechazo de los roles masculino o femenino, problema de autoridad, homosexualidad latente o patente.  

 Etapa de latencia: 

            Desde los 6 a los 11 o 12 años se produce un período de "latencia" que no representa una etapa psicosexual, sino que de consolidación y afirmación de rasgos y habilidades adquiridos en las etapas anteriores. Etapa Genital: Se desarrolla durante la pubertad y constituye el último período significativo de desarrollo de la personalidad . Igual que en la etapa fálica son los órganos sexuales las zonas erógenas fundamentales . Pero, en la primera, la sexualidad es primitiva y rudimentaria, centrada sobre todo en el individuo mismo, en tanto que en la etapa genital, la sexualidad alcanza madurez y se hace heterosexual. De hecho, el término " genitalidad" tiene un significado muy particular en Freud. En sentido restringido, comprende la potencialidad sexual y el orgasmo, pero en un sentido más amplio, es la masculinidad y la feminidad plenamente desarrolladas, es decir, lo que se designa como madurez personal. En este período, el adolescente aumenta su vigor y energía sexual y se concentran en miembros del sexo opuesto. Empiezan a "probarse" en su capacidad de amar y trabajar para que esto pueda desarrollarse eficazmente . El individuo debería poseer todos los rasgos de las etapas anteriores, pero en forma moderada . Algunos rasgos propios de esta etapa genital podrían ser: la capacidad de socialización e integración , progresiva satisfacción de sí mismo tendencia a ir resolviendo los conflictos contradictorios de su personalidad, capacidad y confianza en lo que hace.